Savasana o también conocida como la postura del cadáver, es una de las posturas más importantes dentro de la práctica de yoga, siempre se debe hacer antes de terminar una secuencia de ásanas o posturas para permitir la absorción de los beneficios.

A pesar de parecer simple, un buen Savasana requiere de mucha consciencia, no permitir que nada se mueva, que nada ni nadie perturbe la mente o el cuerpo, y que no te quedes dormido, es un estado de relajación pero alerta… para lograrlo, sigue las siguientes recomendaciones:

1. Separa las piernas hacia los costados, al ancho de tu mat o tapete de yoga, dejando caer los dedos de los pies hacia afuera, y los talones hacia adentro.
2. Separa los brazos y las manos del tronco, a 45 grados, las palmas de las manos en dirección al cielo y completamente relajados.
3. Cabeza alineada, la nariz apunta al cielo, el mentón ligeramente al pecho para alargar tus vértebras cervicales, y mantén ojos cerrados.
4. Relaja todo el cuerpo y respira con naturalidad, orgánicamente y sin forzar.
5. Mantén la postura sin moverte a pesar de lo que llegue a tu mente, o al cuerpo, que la mente no perturbe al cuerpo, ni el cuerpo incida en la mente, no debes visualizar, ni forzar nada, deja que todo fluya y pase, sin aferrarte.